Wednesday 28 September 2011

el pequeño pájaro dorado y la rata ardiendo

Hoy me he topado con dos historias del tipo de las fábulas, y venían de tradiciones culturales muy diferentes, pero me parecieron básicamente la misma historia contada de diferentes maneras. Una de las historias viene de Alemania y la otra de Japón. La fábula alemana aparece en un cuento de Tieck. La fábula japonesa es mencionada en la novela reciente El año de Saeko, de Kyoichi Takayama.

El cuento alemán dice así: 'El héroe era feliz, hasta que un día encontró un pequeño pájaro dorado en el bosque, y lo mató sin saber por qué, y ya nunca más pudo estar tranquilo. El pájaro cantaba sobre la soledad en el bosque.'

El cuento japonés dice así: 'Un hombre atrapó una rata que corría por su casa y la arrojó a una hoguera, en el exterior. Entonces, la rata, ardiendo, corrió hacia adentro, hizo que prendiera el fuego y la casa se quemó hasta los cimientos.'

¿No parecen la misma historia contada en diferentes maneras, por diferentes voces de distintas culturas? Me ha sorprendido mucho encontrar la misma fábula dos veces en el día de hoy y me ha parecido que se puede derivar un mensaje: Cuidar, en el hogar, en la vida, la supervivencia de lo más frágil y de lo sagrado.

Tuesday 27 September 2011

Un breve recorrido por Murakami

Todo empezó cuando cayó en mis manos el suplemento cultural del periódico ABC el pasado 9 de julio. Traía un especial dedicado a la novela japonesa reciente. Leí el pequeño artículo con atención. Simplemente se hacía mención de una serie de autores modernos, con representaciones someras de temas en sus novelas. Pero fue suficiente para despertar mi aletargada curiosidad respecto a la literatura de este país.

¿Por qué diablos no había leído todavía ninguna novela japonesa? Decidí que no había motivo para no intentar solucionar esto. Obviamente, sabía que el autor más renombrado en tiempos recentes era Haruki Murakami. Hasta ahí llegaba. Me dirigí a consultar el catálogo online de mi biblioteca y para mi grata satisfacción vi que disponían de una variada selección de libros firmados por este autor. Casi todos en traducciones al español editadas por Tusquets. Alguien me sugirió comenzar por Kafka en la orilla.

Unas semanas más tarde he devorado todos los libros de Murakami que encontré, incluyendo seis novelas, un ensayo de no-ficción y un libro de relatos. Sólo uno de ellos lo leí en inglés: A Wild Sheep Chase. A decir verdad, me ha encnatado la musicalidad y belleza de Murakami en español, especialmente en las traducciones tan poéticas de Lourdes Porta.

No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Así es como me gusta abordar a un nuevo autor, sin conocimientos previos y por lo tanto sin prejuicios. Pero algo debe de haberme atraído de una manera especial, porque he sentido la necesidad de leer uno tras otro todos sus libros a mi alcance, y es la primera vez que me pasa esto. Habitualmente, yo he sido dada a saltar arbitrariamente de una novela a otra, sin necesidad de que estuviesen relacionadas entre sí especialmente, de un autor a otro.

Lo que no sé es si me he sentido hipnotizada por Murakami mismo, en cuanto autor, o por el hecho de que estas novelas sean japonesas. ¿Tendrán otras novelas japonesas el mismo atractivo para mí? He de descubrirlo, y por eso voy a empezar a leer a Kyoichi Katayama a partir de mañana.

En Kafka en la orilla me encontré con un tema perenne en Murakami: la correlación entre mundos distintos. Dos personas se aman profundamente, pero están condenadas a no coincidir en el mismo mundo. El amor es solamente un aspecto del ansia detectivesca que empuja a los personajes de Murakami a investigar la realidad hasta las últimas consecuencias. La curiosidad por conocer 'el todo,' de qué está hecho el mundo, cómo se configura ese todo existencial en el que nos movemos... es más fuerte sobre la psicología de los personajes que cualquier consideración por su seguridad personal.

Por tanto las agitadas peripecias en las novelas de Murakami se articulan en torno a viajes de búsqueda. Se trata de descifrar las realidades psíquicas y físicas de nuestro entorno, y, durante este proceso, el personaje, el desenmarañador de fragmentos de lo real, pretende al mismo tiempo llenar un vacío interior, bien sea a través del amor, la amistad o el sexo.

A pesar de la gran valentía que demuestran en sus aventuras geo-paranormales, estos personajes no son héroes curtidos, al estilo de Indiana Jones. En cambio, son 'mariposas que aletean en el borde del mundo,' en un borde entre mundos, como Kafka Tamura o como Aomame y Tengo en 1Q84. Están caracterizados por su humanidad, su fragilidad.. hay una sencilla belleza en todas sus rutinas. Son seres bellos y frágiles, encerrados en bibliotecas situadas en el borde del mundo. Y no sienten miedo ante los cambios y mutaciones que descubren en su entorno.

Algunos de estos mundos al borde de su consumación en ocasiones reflejan paisajes subyugantemente reminiscentes de la sociedad descrita por Thomas Mann en su novela La montaña mágica. Tal es el caso del sanatorio en Tokio Blues. Norwegian Wood: 'El problema de esta institución es que una vez dentro ya no quieres salir.' O el Fin del Mundo en El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas.

En After Dark y en Tokio Blues. Norwegian Wood aparece otro tema importante en Murakami y que desarrolló plenamente en De qué hablo cuando hablo de correr. Es el tema de la superación personal, del esfuerzo. El esfuerzo es 'hacer lo que te gusta.' El trabajo es cualquier otra actividad. En este librito de no-ficción Murakami cuenta cómo se formó a sí mismo como novelista al tiempo que desarrollaba su hobby como corredor. El ejercicio físico todas las mañanas temprano es una metáfora de lo que él quiere lograr en el plano estético: llegar a algún sitio a base de 'sangre, sudor y lágrimas.' 'Lo importante es ir superándote, aunque sólo sea un poco, con respecto al día anterior.' El escritor según Murakami es alguien que debe vivir una vida muy regular, poco social, y a quien no debe importar pasar bastantes horas en soledad. Es un interesante volumen, en el que la escritura se compara con el arduo ejercicio físico.

Los protagonistas de Murakami tienen una relación indecisa con la paranoia. Les lleva tiempo llegar a comprender que ellos mismos son parte central del engranaje por el que el mundo muta. A veces se sienten vulnerables. ¿Son las relacciones sexuales una estrategia para apoderarse de sus almas?

En el caso de 1Q84, la profunda atracción entre Tengo y Aomame durante veinte años en que han estado separados les ha convertido en 'configuradores del nuevo mundo.' Pero, ¿será Tengo capaz de reinventar el mundo de 1Q84 manteniendo el necesario equilibrio entre el bien y el mal? ¿Quién representa el bien y quién el mal? ¿Por qué le cuesta tanto equilibrarlos y decidirse?

Sunday 25 September 2011

la Historia y la visión doble de los binoculares

Se podría hablar de dos perspectivas fundamentales para hacer Historia. La Historia sería como unos prismáticos. Hay dos posibles perspectivas. Mirando por uno de los lados es como aplicar una lupa al paisaje, y detalles pequeños que se encuentran en la distancia se agrandan. Sin embargo, se miramos por el revés de los prismáticos obtenemos una vista global, panorámica y alejada de una porción vasta del terreno.

Estas dos perspectivas me las he encontrado en sendos libros de Historia que he leído entre la primavera y el verano pasados y que se referían, en ambos casos, al estudio de las décadas anteriores a la primera guerra mundial.

Estos libros son The Age of Empire (1875-1914), de Eric Hobsbawm, y The Proud Tower. A Portrait of the World Before the War (1890 - 1914) de Barbara Tuchman. Pues bien, en The Proud Tower obtenemos la visión-lupa, con especial atención dedicada a una serie de particulares aspectos del momento histórico estudiado. El libro se articula en ocho capítulos que son ocho viñetas que discuten exhaustivamente un aspecto particular de la historia y sociedad de aquellos años. Entre éstos, los que más he apreciado han sido los capítulos dedicados a el 'asunto Dreyfus' en Francia y el capítulo dedicado a Richard Strauss y el desarrollo del germen innovador en la música alemana.

Sin embargo, The Age of Empire aplica la otra perspectiva, la visión panorámica. Personalmente, yo creo que prefiero la visión general panorámica de Hobsbawm, incluso si con historiadores 'lupa' como Barbara Tuchmann se pueden aprender muchos detalles relevantes sobre aspectos importantes de la historia que a veces no conocemos lo suficientemente detalladamente. Con Barbara Tuchman aprendemos aspectos de la verdad: por ejemplo, las maneras en las que el incipiente nacionalismo se apoderaba de la opinión pública en las décadas previas a 1914, auspiciado por unos gobernantes competitivos y mediocres. Y esto se refleja en aspectos como el asunto Dreyfus. Con Hobsbawm aprendemos verdades más generales y fundamentales, como que el auge de la burguesía entre finales del siglo XIX y la primera guerra mundial ha venido a conformar un mundo con unos ideales y unas problemáticas de las que somos directos herederos.

Están el historiador analista, que muestra, y el historiador generalista, que interpreta. Esta semana voy a comprar seguramente El Primer Naufragio. Por qué escribimos el título en mayúsculas, como si fuera un libro anglosajón? El autor ha declarado que es un libro de Historia tipo 'visión-lupa,' eso sería, como el de Tuchman. Yo prefiero las Historias con el prismático del revés, pero el autor es un periodista y se puede entender el amor por los detalles, incluso los más nimios, y el afán por reconstruir hechos históricos.

Tuesday 20 September 2011

¿...Romanticismo? ¿Clasicismo?...



Me ha llamado la atención este cuadro, es 'Helena y Paris' del pintor de la revolución, Jacques-Louis David. ¿Representa un espíritu clásico o romántico? O un clasicismo romántico? O un romanticismo clasicista? Las figuras son clásicas, pero su actitud, decaída, introspectiva, emocional.. parece romántica. Quizás quien esté en lo cierto sea sir Arthur Quiller-Couch, que declaró que no merece la pena devenarse los sesos tratando de dilucidar las diferencias entre clasicismo y romanticismo. Estas reflexiones vienen inspiradas por la lectura, que estoy iniciando, del libro de Isaiah Berlin basado en sus conferencias sobre las raíces del romanticismo.

Saturday 17 September 2011

Una respuesta a Enrique Vila-Matas en referencia a su artículo de hoy en El País.

En su artículo de hoy en El País, 'Algo por lo que recordarme (Saul Bellow),' Enrique Vila-Matas contrapone realidad y ficción. Los declara incompatibles. Se apoya en las declaraciones de John Banville: 'La ficción, al menos la mía, repudia las ideas tomadas directamente del mundo.' Vila-Matas afirma subscribir con entusiasmo la noción de que el arte no es vida. La realidad la califica como 'el gran teatro de Oklahoma.' Con es to se refiere, en mi opinión, no a la realidad pura, sólo a las transposiciones de la misma realizadas por el universo mediático. Vila-Matas confunde la realidad periodística con la vida.

La vida auténtica sin duda es mucho más que 'el gran teatro de Oklahoma.' Al menos para todos aquellos que deseamos inspeccionarla con curiosidad transcendente.

No he leído la entrevista de John Banville con Mauricio Montiel a la que alude Vila-Matas. Pero opino que, por supuesto, realidad y ficción sí pueden entremezclarse. No en vano declaró Shakespeare que la vida es 'el gran teatro del mundo,' o Calderón que la vida es una ensoñación tan ficticia como las más imaginarias ficciones.

Qué es la realidad? Somos capaces de llegar a conocerla? Por qué a veces se nos pasan por alto sus aspectos míticos, extraordinarios?

Siempre ha sido mi creencia que la literatura no se contrapone a la vida. Nos ayuda a comprender el mundo mejor, especialmente sus aspectos más ocultos. La realidad es lo que se ve y lo que no se ve, lo que se palpa y lo que sólo se intuye.

El 'gran teatro de Oklahoma' es sólo una pseudo-realidad que puede o no interesarnos. Puede o no interconectarse con los diversos mundos en que vivimos.

Lo interesante sería que las realidades literarias fueran conquistando esos espacios con transfondos cataclísmicos del circo mediático. Por eso la 'destacada dama de las letras inglesas' hacía bien en enfadarse por no encontrar una reseña de su novela en el periódico. No hay espacio para mi novela en el mundo? Debería haberlo. Los escritores pueden y deben transformar las representaciones de la realidad precisamente porque su perspectiva es sagrada, que es el concepto que Vila-Matas deduce de un relato de Saul Bellow. La literatura sacraliza nuestro devenir cotidiano, y por eso es tan importante que realidad y ficción sigan comunicándose, mezclándose, alimentándose mutualmente.

Thursday 15 September 2011

siete momentos mágicos en Sauce ciego, mujer dormida



Sauce ciego, mujer dormida, de Haruki Murakami, no es un libro de relatos ordinario. Parece un compendio de novelitas en miniatura escritas en prosa poética. Si quieres adentrarte en el mundo de Murakami pero no tienes tiempo para leer una novela entera, puedes dedicar unos minutos a leer alguno de estos relatos, y te harás una buena idea del universo existencial, tan japonés y tan transcendental, del autor.

Por ejemplo, puedes leer 'La luciérnaga,' que no es sino el germen de lo que luego sería la novela Tokio Blues. Norwegian Wood. O puedes leer 'Hanalei Bay,' la historia de una madre que pierde a su hijo en un accidente de surf y luego llega a saber que el fantasma de su hijo ha podido ser visto en la playa en que murió. O 'Los gatos antropófagos,' en la que el protagonista se desplaza con su amante a Grecia y allí en la soledad de un paisaje idílico ha de confrontar sus necesidades vitales más profundas. Si no es amor lo que siente por su pareja, por qué le es tan indispensable su compañía en su vida diaria?

El volumen consta de 24 relatos, de entre los cuales voy a extraer, un poco al azar, siete momentos mágicos.

*el afinador de pianos que todos los martes por la mañana va a leer tranquilamente a una cafetería con sillones mullidos en un centro comercial. Allí una mañana descubre que una mujer que está leyendo en la mesa contigua, no lee otro libro sino el mismo que él estaba leyendo: Casa desolada de Dickens. ('Viajero por azar')

*la pareja de vacaciones en la playa que descubre un pintoresco restaurante en el que sólo se sirven cangrejos, de todas las variedades, qué consecuencias tendrá una dieta exclusiva de cangrejos para su relación? (Cangrejo)

*el niño que no es capaz de advertir a su vulnerable mejor amigo de que una ola gigantesca producto de un tifón va a precipitarse sobre la playa, qué repercusiones psicológicas tendrá en su vida posterior de adulto el no haber podido salvar la vida de su amigo? ('El séptimo hombre')

*la mujer que se casa con un hombre de hielo y le sugiere unas vacaiones en el Polo Sur, podrá su relación sobrevivir un escenario con tantos atractivos para su pareja? ('El hombre de hielo')

*el misterio de un hombre que desaparece en su trayecto entre los pisos 24 y 26 de un alto edificio. Podrá el investigador encontrar la puerta secreta que conduce a su paradero? ('En cualquier lugar donde parezca que esto puede hallarse')

*el dibujante que pierde a su mujer, adicta a comprar ropa, en un accidente de tráfico, qué va a hacer con los cientos de trajes de la talla treinta y seis que ésta ha dejado en una habitación? ('Tony Takitani')

*Yoko Matsunaka se corta las venas en lo más profundo del bosque después de hacer un comentario enigmático a una compañera de su residencia universitaria en el que implica sentir que la privacidad de su conciencia puede ser amenazada por un mono. Años más tarde Mizuki Osawa, la compañera, empieza a olvidar su propio nombre intermitentemente, están estos dos hechos relationados? ('El mono de Shinagawa')

Son siete momentos memorables en Sauce ciego, mujer dormida, un libro de relatos que no es un ordinario libro de relatos. Es un trazado narrativo mágico surcado por incontables signos secretos. Pero, quién será el lector o la lectora con la llave para desentrañarlos?

Wednesday 7 September 2011